muymolon

Lo mejor de mi vida me ha llegado gracias a equivocaciones. Como vulgarmente las llamo, “cagadas”. He tenido “cagadas” de todo tipo, pequeñas, medianas y que no cabrían en el salón de casa. Equivocaciones que me han hecho llorar como una niña pequeña o que me han puesto roja como un tomate de furia. Yo soy de las que se flagela pensando en que podía haber hecho las cosas mejor  “y si.. y si…” pero si algo estoy aprendiendo estos meses es que las equivocaciones son las que nos hacen grandes, porque aprendes mucho de ellas, incluso mucho más que de los éxitos. Estoy aprendiendo a perdonarme porque veo que equivocarse me está resultando muy útil.

Y diréis ¿qué le pasa hoy a Angi que se ha puesto en modo on autoayuda? (podéis leer esto estirados en un diván). Tranquilos que no os voy a dar demasiado el coñazo. Todo…

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